Las casas pasivas o los también denominados edificios de consumo casi nulo (ECCN) se están posicionando como una alternativa sostenible a la construcción convencional. En septiembre de 2020 entró en vigor la modificación del Código Técnico de la Edificación (CTE) en su apartado HE, Ahorro de energía. Este cambio normativo pone el foco en la eficiencia energética de los edificios que obligará a las nuevas construcciones y rehabilitaciones a tener un consumo muy bajo.
Un edificio de consumo casi nulo es una construcción que reduce notoriamente los consumos energéticos enfocándose principalmente en calefacción y climatización. Esto se consigue poniendo especial atención a los condicionantes climáticos de cada región y cómo interactúan con el edificio. La ejecución pasa a ser clave en el proyecto arquitectónico cobrando más relevancia el aislamiento térmico y las ventanas, que deberán ser de mayor calidad. Otro aspecto que se aborda es la reducción de puentes térmicos en el edificio. Los puentes térmicos son aquellos puntos del edificio donde perdemos o ganamos calor con mayor facilidad. Estos puntos se concentran especialmente en las estructuras de hormigón, ventanas mal instaladas o de baja calidad, cubiertas sin aislamiento, instalaciones mal diseñadas…
En este nuevo escenario de alta eficiencia energética, la madera debe desempeñar un papel importante y convertirse en el material constructivo principal del siglo XXI. Una estructura de madera es significativamente más aislante que una de hormigón, debido a la conductividad térmica del material. Conseguimos reducir notablemente los puentes térmicos además de las emisiones de CO2 de la producción del material. Su ejecución es mucho más simple y rápida que una de construcción convencional reduciendo los plazos de obra a la mitad. La construcción industrializada de tabiquería ligera estructural nos permite unificar estructura, cerramiento y aislamiento térmico, de esta manera, conseguimos un muro de poco espesor de altas prestaciones.
Este sistema constructivo de alta eficiencia, unido a un diseño arquitectónico bioclimático, son los fundamentos principales que utiliza Jenga Studio para realizar casas pasivas en Cádiz y Andalucía. Esto nos sitúa a la vanguardia de la construcción sostenible apostando por un modelo de bajo impacto ambiental y alta eficiencia.
Equipo Jenga Studio.
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Una alternativa realista que piensa en el futuro de todos como sociedad y que a la larga se convertirá en la normal (probablemente en menos tiempo del que se piensa). Muy buen artículo. Enhorabuena por vuestra labor.
Sin duda, la construcción industrializada tiene muchas virtudes y ventajas sobre la construcción convencional, por ello, es cuestión de tiempo que se termine convirtiendo en algo tan común como en los países del Norte de Europa.
Personalmente, me siento ilusionado y orgulloso de pertenecer a un estudio de arquitectura especializado en construcciones sostenibles y eficientes, que da respuesta a un cambio tan necesario como inevitable.
Un enfoque inevitablemente necesario para poder seguir diseñando y construyendo de una forma sostenible.
Desde los Países Bajos observo como este tipo de construcción cada vez es más demandada, ya que ayuda a cumplir el objetivo medioambiental/sostenible del país para 2050.